Al estar dos partidos por abajo en las semifinales de la ACB, el Unicaja de Málaga y el Valencia Basket supieron oponerse a las adversidades para intentar remontar sus respectivas eliminatorias. Por desgracia, no lograron vencer a sus rivales y cayeron con todos los honores.
Después de dos partidos muy apretados, el Real Madrid perdió en Málaga ante un Unicaja que fue superior. El tercer partido empezaba como los otros dos, con el Real Madrid mandando con un buen acierto de tiros y el Unicaja negándose a despegarse del marcador. Parecía que el Unicaja iba a acabar mandando en el marcador gracias a Granger, pero Llull lo impidió, adelantando a su equipo en el final del primer cuarto (24-25). El segundo cuarto siguió con un intercambio de golpes que ganó el Unicaja con un parcial de 10-0, con la contribución de Fran Vázquez y Caner-Medley, dejando el partido decantado por el momento al Unicaja (48-40). Los madrileños no se rindieron y pudieron remontar algo antes de que el descanso llegase, acabando así el segundo cuarto con el marcador a 50-45. El tercer cuarto fue sin duda el decisivo, pues en él, el Unicaja amplió su ventaja a 20 puntos. A pesar del temprano triple de Mirotic, el Unicaja hizo un despliegue ofensivo con Caner-Medley, Toolson y Fran Vázquez principalmente que dejó al Real Madrid fuera del partido. Los madrileños no se veían capaces de meter ni los tiros libres y el cuarto acabó 75-55. A partir de aquí, el partido no fue a mucho más. Ambos equipos rotaban en el banquillo, pero el Unicaja no dejaba al Real Madrid acercarse. Al final, los madrileños pudieron maquillar el resultado de lo que fue su primera derrota (88-75).
Ya en el cuarto y último partido, los dos equipos empezaron sin anotar demasiado y nublados en ataque. Toolson se encargaba de meter para el equipo malagueño mientras que Llull lo hacía para el equipo de Pablo Laso. El primero de los dos equipos que rompió el partido decidió ser el Real Madrid, que, con un gran Rudy, estableció un parcial de 0-11, dejando el partido cuesta arriba para el Unicaja muy pronto (12-22). El primer cuarto no acabó sin que el equipo local pudiese recuperar el terreno perdido a base de dos canastas (17-24) y por fin se veía un inicio de partido algo diferente al de los tres anteriores. El segundo cuarto empezó mal para los malagueños: dos canastas de Carroll y Reyes aumentaban la diferencia (21-32). No obstante, supieron reaccionar y, a pesar de la técnica pitada a Joan Plaza, a base de triples de Calloway y Caner-Medley, el Unicaja se acercó considerablemente en el marcador (35-37).
El partido estuvo más igualado en estos dos últimos cuartos y el tercer cuarto fue un constante tira y afloja entre Rudy y Reyes y los jugadores interiores del Unicaja. El equipo local se puso por delante en el marcador con un triple de Kuzminskas y una técnica a Pablo Laso que Hettsheimeir transformó con dos tiros libres (53-52). Sin embargo, el Real Madrid corrigió el rumbo y se adelantó en el marcador al finalizar el tercer cuarto (55-56). El último cuarto fue una debacle. El Real Madrid se ponía por delante gracias a un parcial de 0-9, por obra de Carroll, ante el intento de Suárez de adelantar a su equipo con un dos más uno (59-65). El Unicaja se las arregló para acercarse al marcador (72-73) y, con un ataque fallado del Real Madrid, un tiro libre de Fran Vázquez y un triple fallado de Rudy, el partido se iba a la prorroga. El Real Madrid jugó mucho mejor en la prorroga que su rival, que solo pudo aguantar unos minutos pegados al equipo visitante. Con esto, el Real Madrid pasa a la final con un resultado final de (79-89).
Del Real Madrid pasamos al Barcelona, el cual lo tuvo más difícil.
El tercer partido fue una gigantesca remontada por parte del Valencia Basket que le hizo forzar el cuarto partido. Empezó el partido con un gran Barcelona que quería tener la máxima diferencia lo antes posible. Con Oleson anotando desde fuera y consiguiendo una buena cantidad de rebotes, el Barcelona empezaba a amarrar el partido con una diferencia de 10 puntos (25-15), que el Valencia arregló con varias canastas anotadas al final del primer cuarto (25-20). El Barcelona seguía con su actuación anotadora, esta vez con Dorsey y Papanikolau, la cual solo pudo se contrarrestada en parte por Lishchuk y Doellman, los cuales dejaron al Valencia vivo, pero con problemas serios (42-32). El partido no se había acabado, y los valencianos se lo mostraron a un relajado Barcelona que lo pagó con creces. Los autores fueron Doellman, Lishchuk y Pau Ribas, que hizo un buen partido, pero se lesionó. Dorsey, de nuevo, fue el responsable de aguar la remontada al equipo del MVP con sus rebotes y canastas en la zona, quedando el tercer cuarto (59-53). El Valencia aún no tiraba la toalla y dos triples seguidos (Lucic y Lishchuk) igualaron el encuentro a 59. Así renació el partido, que se mantuvo en tablas hasta que Doellman lo desigualó con su anotación desde el tiro libre. Primer partido ganado para el Valencia (74-70).
El cuarto partido fue el sinónimo de la venganza valenciana por lo mal que el Barcelona se lo había hecho pasar. Un partido que empezó con los dos equipos espesos, pero en el que el primer parcial se lo llevaba el Barcelona (11-6). Fue en ese momento en el que al Valencia se le quitaron las dudas en ataque y empezó a anotar, con Van Rossom y Lishchuk, hasta darle la vuelta al cuarto (16-20). Los blaugrana no tenían manera de anotar ante la muralla naranja y esto se evidenció en el segundo cuarto, en el que el Valencia no bajó la intensidad en ninguno de los dos ámbitos y el Barcelona se atragantó, metiendo solo 9 puntos en el cuarto. Doellman se encargó de alejar a su equipo de terrenos desconocidos con sus siete puntos, acabando el terrorífico cuarto para los blaugrana, en los que habían fallado desde la línea de tres, los tiros libres y la zona, en 25-37. Pascual cambió la defensa de su equipo en una en zona, que sin embargo no consiguió sofocar la anotación de los valencianos, que las metían desde todos los lados con una gran cantidad de jugadores como Van Rossom, Lucic, Sato, Doellman, etc. El Barcelona estuvo más entonado en ataque que en el segundo cuarto, pero siempre por debajo del nivel de su rival, el cual acabó de establecer el marcador en 41-63. Aunque los blaugranas intentaron remontar con dos triples seguidos, Van Rossom se esmeró en contradecirles con sus tiros de media distancia. A partir de ahí, el partido se puso demasiado mal para el Barcelona como para ganarlo, por lo que lo perdió 63-81.
El partido definitivo se dio en Valencia, después de que su equipo ganase los anteriores partidos con el efecto cancha en su contra, y fue todo un espectáculo. El partido, paradójicamente, empezó con el Barcelona anotando el primer parcial del partido, rápidamente contrarrestado por Van Rossom, Lafayette y Doellman, que pusieron a su equipo por delante ante un Barcelona que no se dejaba intimidar (20-18). El segundo cuarto fue en el que decidió atacar el equipo local y, potenciado gracias a los fallos en los tiros libres de su rival y a una falta antideportiva pitada a Papanikolau que Sato aprovechó, los valencianos consiguieron imponerse en el marcador con una buena ventaja (41-30), que maquilló ligeramente Dorsey (43-34). En el tercer cuarto, el Barcelona resurgió de sus cenizas y se adelantó en el marcador después de una actuación memorable de Tomic, Navarro y Marcelinho dejando el partido en 57-61 y con Doellman en el banquillo con cuatro faltas. El último cuarto, y esta vez el final de toda la semifinal, tuvo una intensidad prodigiosa, digna de cualquier partido de baloncesto. Sato empató el partido, pero Marcelinho y Tomic devolvieron al Barcelona a su ventaja principal. Fue en estas en las que salió Doellman y empató de nuevo el partido. Tomic respondió dando a su equipo un espacio de seis puntos, seis puntos que entre Rafa Martínez, Van Rossom y Sato liquidaron para empatar el partido a 75 a falta de 5 segundos. Todo se decidía en el campo del Barcelona, y allí dio la última respuesta Marcelinho con un tiro al filo de la prorroga para ganar las eliminatorias y pasar a la final. El Valencia dio todo lo que tenía y murió vilmente a las puertas de la final.